martes, 18 de octubre de 2016

En Mosul, todos juntos contra ISIS, pero no revueltos.

Por Martín Romero

El gobierno iraquí ha lanzado la tan anunciada operación para liberar la ciudad de Mosul, segunda urbe de Irak. El gran conglomerado del norte iraquí contaba con más de tres millones de habitantes en 2014, antes de ser conquistada por las hordas del Estado Islámico. Fue allí donde el grupo terrorista, ante la huída del ejército regular, se hizo de cientos de vehículos militares, toneladas de armamento sofisticado y los tesoros de las casas bancarias.

Si bien pareciera que todos los bandos participantes de la operación trabajan en forma coordinada bajo la premisa de expulsar al Estado Islámico, esto es algo que dista bastante de la realidad. Como ya veremos, el único factor aglutinante es la vocación de arrebatar el control, al menos formalmente, a la organización terrorista sobre la ciudad.

Es el gobierno iraquí el que más desesperado se encuentra, porque representa al bando mas débil, el más condicionado, y por ende, el que más cosas se juega en la liberación de Mosul. La toma de la ciudad pareciera lanzar una carrera  por la conquista de la misma, que quizá de cara a un futuro muy cercano, resuelva a los tiros las diferencias entre quienes participan.

El éxito de la operación supondría  una bocanada de aire fresco para el primer ministro Haider al-Abadi, siempre y cuando sean las fuerzas de Bagdad quienes logren imponer su control, algo que no les resultará nada fácil, debido a la pésima reputación del ejército iraquí.

Podríamos afirmar que serán los resultados de las disputas posteriores a la liberación de la urbe de manos del Daesh las que definan el futuro de Irak, y son varias las facciones que juegan todas sus cartas para sacar el máximo provecho posible.

De por sí, Mosul es una operación militar de mucha complejidad. No solo es la capital del Califato en ese país, sino que es una ciudad donde la organización terrorista cuenta con mecanismos muy asentados de control desde hace un buen tiempo. La cantidad de habitantes que podrían ser víctimas potenciales de los combates condicionarán cualquier combate o ataque a tener como resultado una masacre y una catástrofe humanitaria.

Daesh ya ha disparado a civiles que abandonaban ciudades ante inminentes ataques enemigos, manteniendo como rehenes a los residentes para evitar bombardeos o usándolos de escudos humanos a la hora de retirarse desde núcleos urbanos.

Volviendo a las facciones en pugna, podemos a grandes rasgos, identificarlas a ellas y sus respectivas intenciones, que son bien difereciadas, y que si bien pueden llegar a coincidir en algunos puntos, se contraponen en otros.

La premisa del gobierno de los EEUU es tanto para Siria como para Irak la de “estados débiles, pero unidos”, y Bagdad juega un papel en esos planes. Quizá mas por necesidad que por intenciones propias, el gobierno iraquí es el único bando que cuenta con total apoyo (tanto político como militar) de la coalición liderada por los norteamericanos. El gobierno iraquí y sus aliados buscan que las demás facciones participen “lo menos posible” en la toma de Mosul.

Es Irán otro que juega una carta muy fuerte, debido a que sus aliados sobre el terreno, las milicias chiítas, han tenido avances muy significativos, y han logrado imponer desde hace un buen tiempo varias cuestiones al gobierno con sede en Bagdad. Incluso el ex primer ministro Nuri al-Maliki se había acercado mucho al régimen de Teherán.

Por otro lado, el Gobierno Regional del Kurdistán, que cuenta con apoyo militar de los EEUU y varios países europeos, es una parte fundamental en las fuerzas que lanzaron el asalto. Si bien Masoud Barzani destacó unidad Peshmerga-Ejército Iraquí en la acción, desde Bagdad tienen como intención que las fuerzas kurdas solo actúen como “apoyo” por temor a que el GRK anexione zonas que libere, como ya sucedió en Kirkuk.

En una actitud abarcativa, y tratando de mostrarse contemplativo, el presidente de Irak, el kurdo Fuad Masum, salió a pedir “unidad en apoyo a las fuerzas para liberar Mosul”. Destacó la participación del Ejército, la Policía Federal, la milicia Hashed al-Shaabi y los voluntarios de la propia ciudad, indicando también que “el colapso del Estado Islámico se vuelve inevitable”.

Distintas fueron las declaraciones del clérigo chií Muqtada al-Sadr, quien instó al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan a “retirar inmediatamente del territorio iraquí, si no quiere que estas sean expulsadas a la fuerza”. Convocó también a una movilización a la embajada turca. Ante esto, Erdogan respondió que “no acepta órdenes” del gobierno iraquí, el cual debe “conocer sus limitaciones”.

Es el rol de Turquía y su presencia militar en bases ubicadas en territorio controlado por el GRK lo que más polémicas genera. Varios cortocircuitos se generaron con el gobierno de Irak, en el que se combinaron declaraciones cruzadas y movimientos en las unidades desplegadas para demostrar fuerzas. El vicecanciller turco, Ümit Yalçin viajó a Bagdad para persuadir al gobierno iraquí sobre la importancia del aceptar la participación de su país en la reconquista de Mosul.

Todo indicaría que el escenario puede reabrir disputas entre los países vecinos que intervienen activamente en el conflicto, que en parte habían sido saldadas, como sucedió en Siria. Es el caso de Turquía e Irán, quienes habían logrado un acercamiento y varios acuerdos, principalmente tras el fallido golpe de estado por parte de militares turcos disidentes.

Externamente, fueron los EEUU quienes se mostraron mas reticentes con la demanda turca para participar en la ofensiva sobre Mosul. Funcionarios de Washington, habían dejado de lado dichas demandas, e incluso habían instado a los “vecinos de Irak a respetar su soberanía”, en una clara referencia a Turquía. Restaría saber que actitud tomará el Kremlin con respecto a la presencia de tropas turcas en Bashiqah.

Luego del acercamiento significativo que tuvieron Ankara y Moscú, esa presencia de tropas turcas en Irak levanta broncas en el gobierno iraquí y otros actores en la operación, y será la misma administración de Putin la que deba decidir con quien congraciarse en esta oportunidad a la hora de mediar entre sus aliados de Teherán y su nuevo socio regional, Erdogan.

Concluyendo, analistas locales internos y externos, incluso los más optimistas, han coincidido en que la operación puede demorar “varios meses”. La Casa Blanca sigue con muchísima atención los acontecimientos, entre otras cuestiones, de cara a las próximas elecciones presidenciales, y vela por una rápida victoria de las fuerzas iraquíes.

viernes, 29 de abril de 2016

Crónica de las batallas: Ofensivas de Hol y Ash Shaddadeh

Por Martín Romero
Imagen: Milicianos árabes y kurdos de las Fuerzas Democráticas de Siria

Ofensiva de Hol/al-Hawl:

El 11 de Octubre de 2015 se anunciaba oficialmente lo que ya se venía dando en los hechos: La creación de las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF en inglés/HSD en kurdo).

Una alianza de milicias populares, impulsada por las YPG/YPJ kurdas, el Consejo Militar Siríaco (Sutoro) asirio, brigadas rebeldes sirias como Jaysh al-Thuwwar (Armada de los Revolucionarios), Liga Revolucionaria de Raqqa, y otros grupos árabes menores locales, como Shammar al-Sanadid.
La consolidación de la alianza echó por tierra las dudosas denuncias de tensiones étnicas en la zona, dado que durante y después de la liberación de Kobanê se fueron estrechando los lazos entre milicias kurdas y árabes. No solo eso, también  gran cantidad de combatientes árabes se incorporaron directamente a las YPG.
Tras la batalla de Hesekê, la mayor parte de los barrios que eran controlados por el régimen baazista pasaron a manos de las milicias populares tras la expulsión de Daesh. Las operaciones no se detuvieron allí, sino que continuaron hacia el este y sudeste, donde todavía había presencia de los terroristas.
Al otro lado de la frontera con Irak, guerrilleros del PKK, autodefensas yazidíes de YBŞ y fuerzas Peshmerga del GRK continuaban con su campaña al sur del monte Şengal. Tomar Hol significaba cortar la ruta de suministros desde Raqqa  hacia Şengal, y asegurar por el este a Hesekê.
La ofensiva comenzó el 31 de Octubre de 2015 y se extendió hasta la toma de Hol, el día 13 de Noviembre. Se reportaron 493 terroristas abatidos en ese período.

Durante la segunda mitad del mes, en una segunda etapa, se aseguraron las áreas rurales al sur de Hesekê, comenzando por el ex Regimiento de Artillería 121 del Ejército Árabe Sirio, en manos de Daesh desde 2014. El día 30, culminaba esta segunda fase con la toma por las SDF de la presa ubicada al sur de la ciudad, emplazada sobre el río Khabur.
Como balance de esta primera etapa, podemos decir que fue la primera operación oficial de las Fuerzas Democráticas de Siria. Exitosamente planificada y ejecutada, se provocaron numerosas bajas a los terroristas de Daesh. 33 mártires dieron sus vidas en los combates y 4 civiles fueron asesinados por las pandillas.

Se liberaron más de 200 poblados y 1400 km² de territorio. Además de armamento, equipos y municiones, se obtuvo el control del Regimiento 121, la presa y el campo petrolero de al-Hawl.
Operación “Ira del Khabur”/Ofensiva de Ash Shaddadeh:
A lo largo de Diciembre de 2015, las Fuerzas Democráticas de Siria continuaron  con la toma de algunas localidades, como al-Arisha. Esa ciudad sufrió una intentona por parte de paramilitares assadistas el 23 de Diciembre, que fue repelida con éxito.
En Enero y Febrero de 2016 se prepararon la operación “Ira del Khabur”, que se lanzaron oficialmente el 16 de ese mes. El nombre se debe al río homónimo, afluente del Éufrates, que atraviesa la región. El valle del Khabur es rico en producción de trigo en su parte norte, y en producción petrolera al sur.
En los primeros dos días, se liberaron la mayor cantidad de poblados, e importantes campos petroleros de la región. El día 19, las SDF penetraron en Ash Shaddadeh, provocando una desbandada en los terroristas de Daesh, quienes habían sufrido numerosas bajas en los días anteriores. El 20 de Febrero, la ciudad se encontraba liberada.
Al día siguiente, Daesh lanzó un fallido contraataque en todo el frente. Esa fue la jornada en que cayeron la mayor cantidad de mártires de las SDF en toda la operación.

A pesar de haber retrocedido, las fuerzas conjuntas volvieron a retomar posiciones, expulsando nuevamente a los terroristas y extendiendo las acciones por fuera de la ciudad, hacia el sur.
Los días subsiguientes, las SDF aseguraron las posiciones, dando por concluida la operación el 24 de Febrero, luego de expulsar o neutralizar a los grupos de terroristas dispersos en la zona. Grupos de milicianos y voluntarios se dedicaron a limpiar la ciudad de explosivos y minas.
Como balance, se puede citar la liberación de más de 2400 km² de territorio, 315 poblados, los campos petroleros de Kabibah, Maliha y Jabisah, fueron muertos 275 terroristas, 9 fueron apresados y se liberó Ash Shaddadeh.
Cayeron mártires 20 combatientes de las SDF, incluído un voluntario alemán. Esta ciudad era el principal centro de operaciones de Daesh en la zona, desde donde se lanzaban ataques contra Hesekê, y era escala obligada en la ruta Raqqa-Mosul de tráfico de esclavas sexuales.
Cabe destacar que se dirigía desde allí buena parte de la producción petrolera en manos de los terroristas en Siria, ya que en las afueras de Ash Shaddadeh hay numerosas plantas de gas, refinerías de petróleo y oficinas de la industria.

martes, 19 de abril de 2016

La liberación de Sarrin

Silos de Sarrin, tras ser parcialmente destruidos por las milicias de Daesh o Estado Islámico.

La ofensiva sobre Sarrin puede dividirse en dos partes. La primera se inició tras la batalla de Kobanê y la expulsión de elementos de Daesh durante la liberación del cantón, principalmente de la zona sud-oeste.
Sarrin, ubicada en el margen oriental del río Éufrates, era uno de los centros desde donde las bandas terroristas preparaban sus ataques contra Kobanê y otras zonas aledañas, y la última posesión de Daesh en el cantón.
Burkan al-Firat, el comando conjunto de operaciones creado por las YPG/J y brigadas que integraron el ELS (Ejército Libre Sirio) sumadas a otras milicias árabes, algunas de las cuales combatieron como aliadas en otras batallas, tomaron a mediados de Marzo de 2015 una colina y varias localidades rurales desde donde se podía atacar Sarrin, ciudad bien defendida por Daesh y con importantes rutas de suministros desde el otro lado del río y el sur.
A pesar de los avances, durante Abril, los terroristas lograron frenar el avance y mantener posiciones en la localidad y los silos cerealeros, ubicados unos pocos kilómetros al norte de la misma, a un costado de la autovía M4.
Tras la liberación de Girê Spî (Tal Abyad), la unificación de los cantones y el control de la autovía M4 permitió el paso de combatientes, equipos y provisiones desde Cizîrê, que reforzaron el frente y permitieron una segunda y definitiva ofensiva sobre Sarrin, lanzada el 30 de Junio tras la incursión y posterior masacre perpetrada por Daesh en la ciudad de Kobanê el 25 del mismo.
El 1 de Julio, los silos ya estaban sitiados, y en los días siguientes fueron liberadas varias localidades rurales. El 9 del mes, tras intensos combates, debido a que los terroristas recibían refuerzos vía botes desde el otro margen del Éufrates, la ciudad fue rodeada por completo, cortando dicha vía de suministros.
Luego de atacar con fuego de morteros, el 25 de Julio las fuerzas conjuntas entraron a Sarrin por el este. Al día siguiente, ante la imposibilidad de defender la posición, los terroristas intentaron volar los silos (con éxito parcial) antes de ser neutralizados, pero comprometiendo la estructura.
El 27 caía la localidad de Khirbat al-Burj, última de los suburbios en manos de Daesh, y al fin de la jornada, Sarrin fue liberada por completo.
En los días subsiguientes, se iniciaron las tareas de desactivación de minas y explosivos improvisados que los terroristas acostumbran a dejar en las casas al verse derrotados y se procedió a barrer las zonas lindantes a la ciudad de posibles combatientes dispersos de Daesh.
Balance:
Las YPG/J y aliados liberaron la última ciudad del cantón de Kobanê bajo control de los terroristas, desde donde se preparaban numerosas operaciones contra poblados y ciudades de la zona.
Se liberó también todo el margen oriental del Éufrates en Rojava, que implica una importante línea defensiva contra posibles ataques desde Jarabulus, Manbij y Al Bab, últimos bastiones de Daesh al oeste del río.
Una nueva derrota de los terroristas, en la que perdieron un buen número de combatientes  y equipos. Sarrin se convirtió en el centro de organización de la futura acción conjunta de las milicias populares para tomar la presa de Tishrin, central hidroeléctrica e importante cruce sobre el Éufrates.
Este es el único cruce todavía en pie en la región,  puesto que el puente Qarah Qawzakh de la autovía M4, unos kilómetros al noroeste de Sarrin, había sido destruído tras la victoria de Kobanê, de la misma forma que el puente al-Nasiriyah, al sur de Jarabulus.

miércoles, 13 de abril de 2016

Ofensiva de Hesekê:


Por Martín Romero: 

A mediados de 2014, en Irak, Siria y el Kurdistán, Daesh dio inicio a su expansión militar y territorial. En el noreste sirio, se hizo con poblados vecinos a Hesekê y tomó varias localidades en el cantón kurdo de Czîrê.
A pesar de algunos intentos de recuperación por parte de fuerzas kurdas y del régimen sirio por separado, Daesh mantuvo bajo control gran parte de las localidades asaltadas. A inicios de 2015, las YPG y las YPJ lograron reforzar sus posiciones en Serêkaniyê y Tel Tamer, y liberaron Tel Hemis y amplias zonas en los alrededores, asegurando Qamishlo por el sur de la ciudad.
Tras la decisiva victoria en Girê Spî (Tal Abyad), Daesh lanzó una importante ofensiva en la gobernación al-Hasakah contra las tropas gubernamentales el 30 de Mayo, llegando en poco tiempo por el sur a las puertas de la ciudad de Hesek­ê, y hostigando al ejército con fuego de artillería, morteros y atentados suicidas.
La ciudad se encontraba bajo control mixto: La parte norte bajo control conjunto de YPG/J y milicias asirias, y la mitad del sur, sumada a edificios y dependencias oficiales, controlada por fuerzas del régimen de Bashar al-Assad.
Los primeros días de Junio se repartieron entre avances y retrocesos respectivos entre Daesh y el ejército, y se inició un éxodo masivo de la población civil en el sur de la urbe hacia el norte. Mientras los habitantes huían de los combates, denunciaban la falta de protección estatal, pidiendo la intervención de las YPG/J, que procedieron a resguardarlos.
El día 6, las tropas gubernamentales lanzaron su contraofensiva en la cual, con apoyo aéreo, recuperaron posiciones perdidas, recapturando la planta eléctrica y la prisión de las manos de Daesh, mientras las fuerzas kurdas repelían algunos ataques infiltrados tras las líneas oficialistas.
Dos días después, el ejército ya había desplazado a los islamistas a 12 kilómetros al sur de la ciudad, buscando desplegar  una zona de amortiguamiento que se sostuvo por poco más de una semana.
El 25 de Junio, después de dos días de ataques suicidas con vehículos cargados de explosivos, los terroristas se adentraron en la ciudad, capturando varias dependencias oficiales, los barrios  al-Nashwa y al-Sharia y provocando numerosas bajas al Ejército Árabe Sirio.
Luego de dos días comenzaron los enfrentamientos abiertos entre YPG/J y Daesh en la ciudad, mientras que el ejército perdía hombres y posiciones en el barrio de Ghuweran, a pesar de recibir refuerzos de las Fuerzas de Defensa Nacional.
Se empezaron a producir deserciones entre efectivos sirios, factor que facilitó a los terroristas hacerse con más zonas, y el régimen envió al General de la Guardia Republicana, Issam Zahredinne a disciplinar a las tropas, tras lo cual obtuvo algunos logros.
Los primeros días de Julio, las fuerzas kurdas, apoyadas por las milicias árabes Shammar al-Sanadid desplegaron una operación para rodear la ciudad, después de tomar el monte Kezwan (Abdulaziz) y cortar la línea de abastecimiento de los terroristas desde el oeste.
Con el correr de los días, Las YPG y aliados consiguieron rodear la ciudad también por el este, mientras que las fuerzas gubernamentales obtenían algunas victorias en las calles.
Las milicias kurdas liberaron numerosas localidades rurales para la segunda mitad del mes, y expulsaron a los terroristas de importantes extensiones de la urbe que estaban bajo control del régimen, previo a la ofensiva de Daesh, como al-Nashwa.
Para los últimos días del Julio, el 80% de Hesekê estaba bajo control de las YPG/J, y el resto bajo las tropas gubernamentales, mientras que iban siendo derrotados los últimos grupos de terroristas que todavía estaban atrincherados en algunas edificaciones en los distritos del sur.
El primer día de agosto, fue declarada la liberación total de la ciudad. Los días siguientes, las fuerzas kurdas desplegaron operaciones destinadas a acabar con los terroristas dispersos en las afueras de la ciudad y en zonas rurales.
Balance:
La victoria de las YPG/J y aliados fue decisiva, porque demostraron por enésima vez ser la única fuerza militar efectiva a la hora de enfrentar y derrotar a Daesh.
No se puede afirmar lo mismo con respecto a las fuerzas gubernamentales; su victoria fue más bien simbólica, con el alto coste de haber perdido numerosos efectivos y equipos de la mano de los terroristas, demostrando su falta de determinación a la hora de proteger a los civiles y su pésima organización logística.
Sin duda podría decirse que es una clara victoria política que la población árabe de Hesekê (Hasakah) considere a las políticas de administración impulsada por los kurdos como la única capaz de defender los intereses de la población.
Daesh suma otra derrota más, perdiendo zonas de influencia y rutas de suministros para otras localidades en las zonas rurales de la gobernación cercanas a la ciudad, sumada a una gran cantidad de combatientes y equipos militares.

lunes, 11 de abril de 2016

La ofensiva de Tal Abyad/Girê Spî:

"Dos milicianas kurdas se abrazan tras la unión de los frentes de combate de los cantones de Kobanê y Cizîrê"
Por Martín Romero: A consideración del redactor, fue el segundo hito en la lucha de los pueblos de Rojava, y afianzó la unión entre milicianos de distintas etnias.

La operación arrebató a Daesh uno de los principales pasos fronterizos con Turquía de los que se utilizaban para traficar petróleo y esclavas sexuales, recibiendo suministros, dinero y material bélico a cambio, por parte de empresas ligadas al gobierno turco y a la familia Erdogan.

Otro factor, tanto o más importante que el anterior, es la unión de los cantones de Kobanê y Cizîrê, como consecuencia de la liberación de la ciudad y sus alrededores, junto a otras ciudades y poblados menores con sus respectivas zonas rurales.

La ofensiva para unificar los cantones se inició en Mayo de 2015, poco después de la campaña para asegurar la mayoría de los poblados del cantón de Kobanê. Tal Abyad estaba bajo control de Daesh desde Junio de 2014, cuando los terroristas la tomaron en una ofensiva durante su período de expansión.
Las fuerzas conjuntas del cantón de Cizîrê tomaron la iniciativa, debido a su superioridad numérica y material  sobre los victoriosos pero agotados camaradas de Kobanê, por lo que  avanzaron rápidamente muchos kilómetros hacia el oeste.
Los primeros días de Junio, después de vencer algunos puntos de resistencia al sudoeste de Serêkaniyê, el avance sería rápido e imparable, a pesar de que Daesh había enviado más de mil combatientes como refuerzos a la zona. También comenzaron a avanzar lenta pero decididamente, las fuerzas de Kobanê hacia el este.
Para el 7 de Junio, YPG y aliados ya atacaban Suluk, ingresando a la misma el 12. Todo con mucha dificultad, debido a la gran cantidad de minas y artefactos explosivos improvisados que los terroristas habían plantado. Con la llegada de los combates a pocos kilómetros de Tal Abyad, la población se había agolpado en el paso fronterizo con Turquía.
Las autoridades turcas se negaban a abrir la frontera, facilitando la intención de los terroristas de usar a la población como escudo humano para retrasar la ofensiva. En esos días, se publicaron muchas fotos de los mismos arriando a la población como ganado y en una actitud cordial con los soldados turcos.
Cuando la ciudad ya se encontraba próxima a ser rodeada, las fuerzas de Daesh hacia el interior de la misma consideraron que habían sido librados al azar por sus superiores en Raqqa y huyeron hacia Turquía, aprovechando la apertura del pase fronterizo.
El día 14 se iniciaban los combates en las puertas de Tal Abyad, y al día siguiente las YPG y aliados cortaron por completo las vías de suministro desde Raqqa, rodeando completamente la ciudad y avanzando hacia el interior de la misma mientras liberaban numerosas aldeas y villas. Emotivos videos publicados por los combatientes  mostraron al mundo los abrazos y saludos entre las fuerzas de ambos cantones que se encontraban por primera vez.
En pocas horas, la Tal Abyad estaba mayormente bajo control, con algunos focos muy aislados de resistencia por parte de terroristas que no llegaron a huír. Por otra parte, en el sudeste, Suluk era asegurada en su totalidad, y comenzaban los combates en las afueras de Ayn Issa hacia el sur.
El 16 de Junio, la ciudad fue liberada por completo, mientras llegaban cientos de combatientes de YPG desde Qamishlo y Hesêkê para asegurar posiciones en el frente de combate, aunque muchos de ellos seguían su camino por la recientemente capturada ruta M4 hasta Kobanê para reforzar posiciones allí también.
Continuaban los combates en Ayn Issa y un grupo de terroristas huían de una bolsa en la que habían quedado atrapados al oeste de Tal Abyad. La población comenzaba a regresar a sus hogares en los días subsiguientes. Los terroristas intentaban un fallido contraataque desde la Brigada 93, una ex guarnición militar del Ejército Árabe Sirio, bajo control de Daesh al sur de Ayn Issa.
La Brigada 93 era capturada por las YPG el 22 de Junio, y al día siguiente Ayn Issa era liberada en su totalidad, mientras se aseguraban posiciones defensivas a lo largo de toda la ruta M4.
El 25 de Junio, Daesh lanzaba desde Turquía un ataque en represalia conocido como la Masacre de Kobanê (artículo especial) y el último día del mes, realizaría una incursión sobre Tal Abyad, también desde Turquía, y apoyada por terroristas que se habían mezclado entre los civiles.
Era un intento desesperado por recuperarla, no sin causar el mayor daño posible, pero la rápida reacción de YPG y aliados frustró la operación. Los primeros días de Julio, Daesh lanzó una contraofensiva desde Raqqa contra Ayn Issa (situada 35 km al norte de la capital del “Califato”), logrando algunas posiciones al interior de la urbe por un par de jornadas, que caerían el día 8, cuando las YPG retomaron el control.
A lo largo del mes de Julio, los terroristas llevarían a cabo numerosos ataques suicidas con vehículos cargados de explosivos contra Ayn Issa, Suluk y Tal Abyad, acompañados de algunos intentos de infiltración y/o incursiones, frustrados en su mayoría por los defensores. Los últimos días del mes, las posiciones de defensa de las YPG y aliados eran consolidadas y se daba por concluida la operación.
Balance:
El gobierno de Turquía, en su campaña contra el pueblo kurdo, comenzó a difundir la falsa información acerca de desplazamientos forzados de pobladores árabes de Tal Abyad, sosteniendo que sus casas eran quemadas y sus pertenencias, confiscadas.
Algunos organismos internacionales de Derechos Humanos se hicieron eco, equivocadamente, de dichas declaraciones, que fueron desmentidas por las “supuestas víctimas” y sus respectivos organizaciones de representación.
A nivel logístico, el control de la ruta M4 permitió tener a las milicias populares de Rojava una vía rápida de comunicación entre los principales frentes de batalla, agilizando el flujo de combatientes y equipamiento para reforzar la seguridad del más desprotegido y castigado cantón de Kobanê, y facilitando la llegada de suministros esenciales para la población del mismo.
Daesh perdió su principal ruta de suministros y contrabando entre Raqqa y Turquía, sufriendo otra decisiva derrota de mano de las fuerzas kurdas y árabes aliadas, replegándose a la capital del “Califato” y concentrando sus esfuerzos en el frente de la gobernación siria de Hasakah

martes, 5 de abril de 2016

La batalla de Kobanê:

Por Martín Romero

Es quizá el hito de la lucha del pueblo kurdo en Rojava, debido a que significó un punto de quiebre no solo para los kurdos, sino para el conflicto regional, porque fue el primer revés militar del hasta ese momento invencible ISIS.

La voluntad y entrega de los defensores de la ciudad pudo con el terror fascista armado. Las mujeres kurdas sembraron el pánico entre las filas de Daesh (acrónimo árabe de Estado Islámico de Irak y Siria).
El valor en combate de mártires como Arin Mirkan y otros tantos, y la solidaridad internacional fueron fundamentales para la visibilización del conflicto, mientras los jerarcas del Pentágono signaban ante los medios internacionales la caída de Kobanê “en cuestión de días”.
Con una relación de fuerzas de casi 1 a 10, las autodefensas kurdas YPG/YPJ no solo retuvieron la ciudad, sino que en una campaña iniciada tras la recuperación de la misma, liberaron todo el cantón y extendieron sus límites en los siguientes meses.
A mediados de 2014, tras la ruptura con al-Qaeda producto de la intervención en Siria, Daesh inicia una campaña contra el cantón de Kobanê. La vecina Jarabulus había sido tomada poco antes por facciones islamistas que rompieron con el Frente al-Nusra, se enfrentaron con los rebeldes sirios, y juraron lealtad a las bandas del autoproclamado Califato.
Desde dicha ciudad, junto con Sarrin y Tal Abyad, se lanzaron los ataques. Daesh inició la campaña a mediados del mes de Septiembre, destinando más de 8 mil efectivos a la misma, con armamento sofisticado, equipos de comunicaciones, artillería, tanques y vehículos blindados.
Todo esto bajo la supervisión del máximo cuadro militar de la organización, el checheno Abu Omar al-Shishani. En menos de una semana, los terroristas habían rodeado la ciudad, ocupando numerosas aldeas del cantón y sometiendo a la población que no llegaba a ser evacuada o se resistía a ello. Quienes se quedaban a resistir, eran cruelmente asesinados.
Kobanê era el eslabón más débil de la defensa kurda, puesto que a diferencia de Efrîn, no contaba con un terreno ventajoso por su orografía y ,en comparación con Cizîrê, contaba con muchos menos milicianos.
Se combatía fieramente, pero la superioridad numérica y material era abrumadora. 4 mil terroristas rodeaban la ciudad desde tres frentes (oeste, sur, este)  para los últimos días de Septiembre, que tomaban posiciones y comenzaban a abrir fuego de artillería sobre Kobanê.
El 3 de Octubre, los terroristas ingresaron a la ciudad por dos puntos. Mientras tanto, un buen número de kurdos que habían evacuado a sus familias al otro lado de la frontera con Turquía, sorteaban las alambradas y los disparos de soldados turcos concentrados en el pase fronterizo de Müşritpınar, en su intento de volver a Kobanê como voluntarios para defenderla.
Tras tomar la colina Mishtenur, en menos de una semana Daesh ocupó media ciudad. Algunos integrantes árabes del Ejército Libre de Siria se sumaron a los defensores, dando inicio a una colaboración que iría estrechando lazos desde ese entonces a los días de hoy.
La presión internacional y otros factores obligaron a la Coalición Anti-ISIS a realizar ataques aéreos contra los terroristas, que veían dificultoso su avance ante el valor de mujeres y hombres kurdos dispuestos a defender hasta la muerte su tierra.
Varios tanques fueron puestos fuera de combate por minas improvisadas y lanzacohetes, en acciones de gran riesgo para los defensores.

El presidente del Gobierno Regional del Kurdistán Iraquí, Masoud Barzani, también se vio obligado a enviar un convoy de 160 Peshmerga con armamento pesado y artillería para apoyar a los defensores y calmar las aguas de los kurdos de Bashur que protestaban para reclamar apoyo a sus hermanos de Rojava.
Los primeros días de Noviembre, tras detener el avance de Daesh y luego de la llegada de algunos refuerzos, se reorganizó la defensa, ya que comenzaban a escasear las municiones y demás suministros.
Aun así, las bajas entre los terroristas eran cada vez más numerosas y los combates se daban casa por casa. Para ese entonces y a pesar de controlar un 60% de la ciudad, Daesh había perdido casi la mitad de los asaltantes iniciales.
La balanza comenzaba a inclinarse a favor de los defensores, que recuperaban terreno en algunos barrios y puntos estratégicos. Numerosas armas, municiones y equipos fueron requisadas a los terroristas que caían o huían extenuados de los combates.
El 29 de Noviembre Daesh lanzó un contraataque desde el sur, incluido un grupo que atacó desde los silos y las vías del ferrocarril desde el lado turco de la frontera con la complicidad de los militares de dicho país. Todas estas acciones fueron repelidas, causando importantes bajas entre los terroristas.
Ya a mediados de Diciembre, los defensores se encontraban en franco avance, liberando varios barrios. El 2015 comenzaba con la mayor parte de la ciudad asegurada por las milicias kurdas. A mediados de Enero estas retomaron la colina Mishtenur, quitando a Daesh toda posibilidad de fuego de apoyo sobre el interior de la ciudad.
Desde esa posición las YPG/YPJ  abrirían fuego contra las líneas de suministro que los terroristas aún mantenían. La última semana del mes, el caos desbandó a los atacantes y algunos desertores eran aniquilados por sus comandantes que no podían evitar la inminente derrota.
El 25 de Enero los últimos terroristas caían o se retiraban y en los dos días siguientes la ciudad era asegurada por completo.
A lo largo de Febrero y Marzo las YPG/YPJ y aliados (ya sin los Peshmerga) procedieron a la recuperación de la totalidad del cantón, liberando aldeas y villas con distintos grados de dificultad en cada una, aunque sin una coordinada resistencia de los terroristas que aún tenían presencia en la zona.
Los últimos se retiraron hacia Sarrin, Jarabulus y Tal Abyad. Incluso volaron un puente sobre el río Éufrates, para detener el avance de las milicias kurdas.
Kobanê quedó destruida en un 80% debido a los combates y los bombardeos de la Coalición, sin servicio eléctrico, agua, ni saneamiento. El desastre sanitario por la gran cantidad de cadáveres en las calles y bajo los escombros se sumaba a los explosivos improvisados que los atacantes dejaron tras su retirada.
La población fue retornando de a poco, y se establecieron comités para la limpieza y organización de las tareas de reconstrucción. Daesh tuvo cerca de 4 mil bajas, incluidos varios emires, como Abu Khattab al-Kurdi, decenas de vehículos (más de 10 tanques).
Cientos de mártires kurdos y árabes entregaron sus vidas en defensa de la ciudad, a la que le costaría regresar a una relativa tranquilidad, ya que en Junio de 2015 sufriría una nueva incursión terrorista.
Esa vez el ataque, perpetrado por grupos camuflados como milicianos del ELS infiltrados desde Turquía, que fue conocido como la Masacre de Kobanê fue finalmente derrotado por las milicias kurdas, que hoy por hoy controlan totalmente la ciudad.

sábado, 2 de abril de 2016

Crónica de las primeras batallas importantes de YPG/YPJ en Rojava

Miliciano de YPG en 2012, con su credencia roja. Ahora estas son de color amarillo y verde para las YPJ de las mujeres.
Por Martín Romero

La siguiente es una breve cronología de las primeras batallas que tuvieron como protagonistas a las milicias populares de Rojava, las YPG/YPJ. Algunos se preguntarán: ¿por qué los que hacemos este blog consideramos tan importante el frente militar y su historia, y dedicamos una sección entera al mismo? Por la sencilla razón de que dicho frente es fiel testimonio de cómo la revolución va llegando cada vez más a mas personas.
-Las YPG se formaron a mediados del 2012, bajo auspicio del Partido de la Unión Democrática (PYD), como fuerzas de autodefensa para proteger a la población del accionar represivo del régimen baazista de Bashar al-Assad tras el estallido de las protestas en 2011, y las posteriores agresiones de grupos islamistas contra la población kurda, ya iniciada la guerra civil.
-Las YPG incursionaron en Efrin, Kobanê, Dêrik y Amude en Julio de 2012, expulsando a las fuerzas gubernamentales, las cuales no prestaron mayor resistencia. La presencia militar en la zona no era muy importante, por lo que varios grupos afiliados al Ejército Libre de Siria y el Frente al-Nusra también se hicieron con el control de vastas franjas en la zona rápidamente.
-En Agosto, gran parte de la ciudad de Qamishlo (la principal ciudad kurda del Kurdistán occidental) ya se encontraba controlada por las YPG. Las fuerzas del régimen, compuestas por regulares y paramilitares solo retuvieron el control del aeropuerto y algunas dependencias oficiales y militares en una clara inferioridad numérica, por lo que evitaron confrontar directamente con las milicias kurdas. Se organizaban los Asayish, policía local de seguridad en los barrios administrados por el PYD
-En Noviembre, facciones islamistas del Ejército Libre de Siria atacaron a las fuerzas del régimen en Serêkaniyê y anunciaron la toma de la ciudad. Tras el asesinato de un representante del PYD, las autodefensas kurdas emprendieron una ofensiva contra los islamistas en lo que fue su primer batalla importante.
-Tras expulsar a los últimos elementos del régimen que tenían bajo su dominio algunos puestos de control en las afueras, las YPG se adentraron en Serêkaniyê, enfrentando al también presente en la ciudad Frente al-Nusra. Para los primeros días de Diciembre, y a pesar de sufrir bombardeos de la Fuerza Aérea Siria que atacó indiscriminadamente a combatientes rebeldes, de YPG y a civiles, la ciudad estaba totalmente liberada, demostrando la gran decisión de los milicianos kurdos, que se enfrentaron a fuerzas mejor armadas, incluso con tanques, ya sean gubernamentales u opositoras.
-Los últimos días de 2012 y a lo largo de Enero de 2013, gran parte de las ciudades y aldeas kurdas vecinas de Rojava habían sido completamente liberadas estableciéndose administraciones locales. También se había establecido un perímetro de seguridad en el barrio kurdo de Alepo, Şêxmeqsûd.
La Batalla de Serêkaniyê fue una suerte de bautismo de fuego para las YPG. También culminó en la ruptura entre el PYD y el Consejo Nacional Kurdo, compuesto por partidos kurdos que pasarían a integrar la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria. En el 2012 ya se habían fundado las unidades femeninas YPJ, que fueron cobrando cada vez más protagonismo en la lucha.
A lo largo de todo 2013, las milicias kurdas de autodefensa incorporaron muchos combatientes que se alistaban para defender a sus pueblos de la creciente violencia en el conflicto sirio, y fortalecían su presencia en toda la franja limítrofe con Turquía, que ya comenzaba a entrenar bandas terroristas con el fin de socavar los primeros intentos de autodeterminación kurda en Rojava.